lunes, 5 de agosto de 2013

Análisis económico: Suspensiones históricas en MLB por biogénesis

“No permitiremos bajo ningún motivo el dopaje en el béisbol”. Estas tajantes palabras dichas por el comisionado de la MLB Bud Selig, han generado el último y más fuerte aviso llevado a cabo por la comisión antidopaje de las Grandes Ligas en su búsqueda por erradicar todo vínculo con biogénesis y drogas de desarrollo humano en el béisbol norteamericano.
Rodrìguez, Cruz y Peralta: 3 de los 13 suspendidos
fuente: tsminteractive.com

Sin duda dentro de esta lista de 13 jugadores suspendidos, los nombres que más sobresalen son los de Alex Rodríguez y Nelson Cruz, cada uno con sanciones distintas debido a la gravedad de sus acciones cometidas.

Por un lado Alex Rodríguez, figura indiscutida del béisbol a nivel mundial y dueño de unos números envidiables: 647 vuelacercas que lo colocan como quinto de todos los tiempos, casi 3000 hits y 1950 carreras impulsadas, son solo algunas de las increíbles estadísticas del toletero de los Yankees de Nueva York. Por otro lado tenemos al dominicano Nelson Cruz de los Texas Rangers. En lo que va de temporada 2013 se encuentra en la cuarta posición con 27 jonrones y en la quinta posición en la referencia de carreras impulsadas.


Pero dentro de todas estas sanciones, un punto de importancia radica en el punto de que los jugadores que acarrean sanciones por su vínculo con clínicas de biogénesis no recibirán paga alguna por parte de sus equipos en el período que acarrea su suspensión. Y es por ello que se debe evaluar ¿Vale la pena, para el jugador, recurrir al consumo de sustancias ilegales para elevar sus facultades y acceder a contratos económicamente más atractivos?

En pro de responder a la interrogante planteada, buscaremos analizar el reciente contrato firmado por Nelson Cruz con la organización de Texas en 2012, luego de que en la Serie de Campeonato de la Liga Americana contra Detroit, Cruz se convirtiera en el MVP de la misma. Para la temporada 2012 Nelson cobró 5 millones de dólares, y para la temporada 2013 se suponía que cobraría 10.5 millones de dólares (64.815 dólares por juego aproximadamente).

En el salario base se encuentra la primera pérdida económica para Cruz. Al ser suspendido por 50 juegos el dominicano dejará de percibir poco más de 3.2 millones de dólares ya que dentro de las sanciones deportivas, se estipula igualmente que el jugador no debe recibir paga por parte de la organización a la cual pertenece.

Además, dentro del contrato se estipulan unos incentivos económicos según objetivos individuales alcanzados por temporada: 500 mil dólares en función a las veces al bate de 2012 (585); y se le aumentarían 100 mil dólares adicionales cuando consiga las 500, 525, 550, 575 y 600 veces al bate. Por último, si conseguía nuevamente el título de JMV (MVP) de la Serie de Campeonato de la Liga Americana recibiría 75 mil dólares adicionales.  Todos estos datos según ESPNDeportes.com.

Para la fecha de suspensión Cruz contaba con 409 turnos al bate y un restante de juegos para Texas de 43. Es decir, para alcanzar los 600 turnos al bate (contando con todos los incentivos económicos en ese renglón) Cruz debía promediar 4.4 turnos al bate, una cifra bastante alta. A pesar de ello, y con la suspensión de por medio, la suspensión amerita que en total el toletero se privara de recibir 500 mil dólares (solo necesitaba promediar 2.1 turnos por partido para alcanzar la cifra), además de 500 mil extras (100 mil por cada 25 turnos luego de las 500 veces al bate), los 75 mil por JMV en serie de campeonato (Texas tiene posibilidades de optar por el título de la Americana al encontrarse a 2.5 juegos de Oakland en la División Oeste); todo esto sumado a los 3.2 millones de dólares por los juegos de suspensión.

La pérdida económica sería de 4.275.000 dólares por el consumo de sustancias prohibidas (3.2 millones netos y el resto por incentivos, algunos de los cuales hubiese alcanzado sin ninguna duda). Ustedes dirán: ¿Vale la pena? Personalmente creo que en el caso de Cruz es un rotundo no. No sabemos exactamente desde cuándo se ha visto beneficiado por el consumo de dichas sustancias, pero siendo un jugador establecido, y con controles regulares en el béisbol organizado de los Estados Unidos, cuesta pensar que lleve toda su carrera consumiéndolas. La cifra de 4.3 millones de dólares es una cifra pequeña para un pelotero de un salario anual de 10.5 millones, pero las consecuencias que en un futuro puedan generar estas acciones nos dirán si económicamente valió la pena, o no.

El comisionado de la MLB deberá tomar en cuenta el tiempo de consumo de las sustancias prohibidas, y las ganancias económicas que los peloteros hayan generado durante las mismas, para así generar el golpe final a este tema ilícito. Teniendo un contrato multianual, y solo siendo multado con 50 juegos (que representan un porcentaje menor a la mitad de las ganancias anuales de los peloteros) no se erradica el incentivo a consumirlas.

Julio I. Vásquez
@J_VasquezG

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