Al hablar de entrenadores de primer nivel nombres como el de
Josè Mourinho, Pep Guardiola, Arsene Wenger, Carlo Ancelotti, Sir Alex Ferguson
y hasta el mítico Johan Cruyff son algunos de los primeros nombres que saltan a
la mente de todo amante del fútbol. Pero observando, no solo la cantidad de títulos
logrados por los mismos, sino la gran trayectoria y huella dejada en cada uno
de los clubes a los cuales se dirigen, el nombre del holandés Guus Hiddink debe
aparecer en un lugar especial en la lista de los mejores entrenadores del fútbol
mundial.
Esta semana el entrenador Hiddink ha anunciado su retiro de
los banquillos, “tengo 66 años, ya he tenido suficiente, creo que voy a
marcharme cuando termine la temporada; el Anzhi será el último equipo que
dirija como entrenador”. Este anuncio abre el debate sobre si debe o no
considerarse a Hiddink como uno de los entrenadores de élite debido al contexto
en el cual se encuentra haciendo dicho anuncio. No solo hechos como como la
vuelta de Felipe Scolari a la selección brasileña (a la cual ya llevó a un
campeonato del mundo en 2006) o el regreso a los banquillos de Rafa Benítez;
sino que la FIFA ha hecho oficial los finalistas que optan por el mejor
entrenador del año que, como es usual, viene acompañado de gran polémica. Pep
Guardiola, aunque dirigió solo en parte del año, ha sido seleccionado como uno
de los finalistas, no es que no haya hecho mèritos para formar parte de esta
prestigiosa lista, sino que hay muchos otros entrenadores que deberían estar en
la misma y no han sido tomados en cuenta, entre los cuales se tenemos a Roberto
Di Matteo (luego de que Vilas Boas dejara el Chelsea, Di Matteo llevó a este
equipo a lograr su primera Champions League en su historia), Diego “Cholo”
Simeone (haciendo del Atlético de Madrid un equipo grande, no solo en Europa
League que ya venían siéndolo, sino también en la misma liga local donde se
encuentran a tan solo tres puntos del Barcelona) o al propio Josef Heynckes
(llevando al Bayern Munich a la final de la Champions League y a arrebatar la supremacía
que, en los últimos años, el Borussia Dortmund tenía en la Bundesliga).
Por otro lado, Hiddink ha hecho grandes méritos a lo largo
de su trayectoria aunque, en su mayoría, en el ámbito de selección nacional y
no a nivel de clubes. A nivel de selecciones los grandes momentos del holandés se
centran en 1998 cuando, dirigiendo a la naranja mecánica, consiguió llevar a
los orange al cuarto lugar de la Copa del Mundo Francia 1998 luego de pasar una
fuerte eliminatoria de cuartos de final frente Argentina y caer eliminado en semifinales
frente a Brasil en prórroga. Luego, dirigiendo una selección mucho más humilde
como la de Corea del Sur, alcanzó las semifinales del Mundial Corea – Japón 2002
eliminando grandes favoritos históricos como Italia y España, aunque ambos de
forma polémica, haciendo de la selección Surcoreana la primera asiática en
alcanzar la fase de semifinales de un mundial del cual eran coanfitriones junto
con Japón. Hiddink buscó nuevos retos y encontró uno parecido cuando dirigió a
la selección australiana en el Mundial de Alemania 2006 donde llevó a la selección
liderada por un Harry Kewell hasta los octavos de final, resultado histórico para
la selección oceánica. Su último momento de gloria a nivel de selecciones lo vivió
con la selección Rusa donde, cayendo frente a la mejor selección europea de la
historia (por no decir la mejor por respeto a Brasil), consiguió las semifinales
de la Eurocopa 2008. Finalmente dirigió a la selección turca, con la que pasó
sin gloria.
En cuanto a clubes dirigidos el entrenador holandés vivió sus
mejores años de entrenador con el PSV Eindhoven al cual llevó a la consecución de
6 títulos domésticos, en sus dos etapas, y a una Champions League en la primera
de estas dos etapas dirigidas en el club de la Eredivise. Luego dirigió a los
equipos del Valencia, Real Betis y Real Madrid, este último con el que consiguió
llevarlos a la consecución de una Copa Intercontinental. Por último dirigió al
Chelsea de Roman Abramovich al cual llevó a ganar una FA cup y, el que se
espera que sea su último equipo en dirigir, el Anzhi ruso.
Estas son algunas de las razones por las que Guus Hiddink si
debe ser considerado como uno de los entrenadores élites en la historia del fútbol
mundial.